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Muere un preso político cubano tras pasar 85 días en huelga de hambre


Orlando Zapata Tamayo protestaba por que fueran garantizados sus derechos básicos

EFE / EL PAÍS - La Habana / Madrid - 24/02/2010

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El preso político cubano Orlando Zapata Tamayo ha muerto este martes por la noche en un hospital de La Habana, tras 85 días en huelga de hambre para pedir que se le tratara como "prisionero de conciencia". Zapata, albañil de 42 años, era uno de los 75 disidentes detenidos en la Primavera Negra de 2003, tenía varias condenas que sumaban 36 años y engrosaba desde 2004 la lista de prisioneros de conciencia de Amnistía Internacional.

La noticia de la muerte de Zapata ha sido confirmada por la página web del Directorio Democrático cubano y el blog de la disidencia cubana Penúltimos días.

Orlando Zapata, en prisión desde el 20 de marzo de 2003, había sido trasladado al hospital Amejeiras desde un centro médico para reclusos de la capital cubana después de que su salud empeorase tras casi tres meses en huelga de hambre.

Orlando Zapata era uno de los disidentes más castigados por el régimen castrista. Desde 2002, había sido detenido en varias ocasiones por su activismo en el campo de los derechos humanos. Su última captura se produjo el 20 de marzo de 2003, mientras participaba en un ayuno para pedir la libertad de varios compañeros, entre ellos el médico Óscar Elías Biscet. A la condena inicial a tres años por "desacato a la figura del Comandante [Fidel Castro]" se fueron agregando otras sentencias en cinco procesos judiciales sin garantías, que elevaron la condena a un total de 36 años. Desde entonces, Zapata estuvo sometido a constantes cambios de prisión, palizas y régimen de aislamiento.

Zapata participó también en el llamado Proyecto Varela, una iniciativa ciudadana para reformar la Constitución e impulsar la apertura democrática -y que acabó con buena parte de los activistas en prisión-.

La muerte Orlando Zapata coincide con la llegada a La Habana del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para apoyar al Gobierno cubano antes de abandonar el poder. En la agenda de Lula no hay programados encuentros con los disidentes cubanos, a pesar de la petición enviada al presidente brasileño por un grupo de 50 presos políticos para que intercediese por ellos ante Raúl Castro.

Los opositores, pertenecientes al denominado grupo de los 75, reclamaban a Lula en su carta especial atención al caso de Orlando Zapata Tamayo, cuyas condiciones de salud describían como "peligrosas para su vida''.

El caso de Zapata Tamayo también fue planteado por España en la reunión sobre derechos humanos celebrada el jueves pasado en Madrid entre altos cargos españoles y cubanos.