20111015

Indignados de todo el mundo salen a las calles para exigir un cambio global


Miles de personas protestan en decenas de ciudades contra la banca y los políticos.
Las manifestaciones se extienden por Londres, Fráncfort, Roma y Nueva York

* Aplazado el desalojo del campamento de Ocupa Wall Street.

Indignados de todo el mundo han tomado las calles de decenas de ciudades hoy para protestar contra los bancos y los políticos, a los que acusan de provocar la crisis de la economía global y condenar a millones de personas al desempleo y la pobreza. Las primeras protestas han comenzado esta mañana en Fráncfort, Ámsterdam y Londres y se han propagado por las capitales europeas.
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* fotoFOTOGALERÍA: Imágenes de la protesta planetaria

En torno a un millar de indignados se han reunido frente a las escalinatas de la catedral de San Pablo, en Londres, al impedir la policía que tomaran la cercana sede de la Bolsa de Londres. Policías y guardias privados han cerrado los accesos a la plaza del Padrenuestro alegando que se trata de una propiedad privada y que se ha revocado la licencia que permitía el acceso del público.

Sigue en vivo las manifestaciones del 15-O en el mundo

Los indignados han decidido entonces quedarse de acampada frente a la catedral mientras grupos de ellos iban dando simbólicamente vueltas alrededor de la manzana en la que están las instalaciones de la bolsa. Uno de los momentos cumbre de la protesta fue cuando Julian Assange compareció ante los reunidos, a los que dirigió unas breves palabras en las que criticó la decisión policial de impedir el acceso de los manifestantes a la bolsa de Londres.

Pero es en Roma donde la situación se ha salido de control. Un grupo de violentos han lanzado bombas de papel y quemado contenedores de basura y algunos coches, lo que ha provocado la carga de la policía. La calle Tasso de Roma, cerca del San Juan en Laterán -a dónde estaba previsto llegar la manifestación- se ha llenado de humo tanto del fuego como de los gases lacrimógenos, informa Lucia Magi. Los indignados pacíficos cubren de silbidos a los encapuchados. Unos 200 jóvenes refugiados bajo una estatua de San Francisco están gritando: "No violencia". Muchos han aplaudido cuando la Policía o la Guardia financiera ha detenido a algún violento.

Los bomberos han logrado controlar el fuego que ha quemado dos plantas de un edificio del ministerio de la Defensa en la calle Labicana de Roma. Se trata de un cuartel ahora vacío, al que se le derrumbó el techo debido a las llamas.

En Berlín, el buen tiempo ha acompañado a los manifestantes berlineses, que han recorrido la avenida histórica de Unter den Linden con parsimonia de paseantes. Esto deslució un poco la protesta, que se dispersó hasta el punto de que nadie era capaz de decir cuánta gente se había reunido, informa Juan Gómez. Está claro que fueron miles, seguramente más de 10.000. Coreaban lemas en griego, en español, en inglés y en alemán. Las pancartas y las banderas también daban testimonio de la diversidad de motivaciones, procedencias e ideologías. Además de algunos radicales de izquierda vestidos de negro, los llamados “autónomos”, había representantes de los partidos parlamentarios de centro-izquierda y gente que se decía “apolítica”.

La marcha transcurrió con tranquilidad, con músicas diversas y entre la simpatía de buena parte de los viandantes. Muchos manifestantes eran gente de clase media, mayoritariamente joven y poco radical en su comportamiento o sus puntos de vista. Las únicas situaciones de tensión se produjeron cuando un grupo de manifestantes se acercó al gran edificio del Reichstag, sede parlamentaria federal, al grito de “ocupemos es Reichstag”. La policía les cortó el paso y hubo algunos rifirrafes que no pasaron a mayores.

Alrededor de un millar de manifestantes han marchado hoy por el centro de Fráncfort, en dirección a la sede del Banco Central Europeo (BCE), con pancartas de protesta contra la especulación financiera y el poder de los mercados bancarios. La marcha ha estado encabezada con una pancarta con el lema "Estáis especulando con nuestras vidas", mezclada con otros carteles con frases como "Estáis malversando nuestro futuro".

Se trata de la previsiblemente mayor entre las marchas anunciadas este sábado en las principales ciudades alemanas, desde la capital, Berlín, a Colonia, Múnich, Hamburgo, Hannover y Stuttgart con lemas parecidos y en contra del poder banquero.

En Holanda, las manifestaciones han reunido alrededor de 2.000 personas entre Ámsterdam y otras grandes ciudades como La Haya, Rotterdam y Utrecht. En la capital, un millar de indignados gritaron en la Plaza de la Bolsa cosas como: “Golpearemos hasta la victoria”, al son de Imagine, la canción de John Lennon, informa Isabel Ferrer. Un sol espléndido ha animado a la gente a llevar a sus hijos. Algunos pequeños portaban pancartas, como la de una niña, que preguntaba lo siguiente: “¿Para cuándo mi bonificación?”. Un grupo acudió disfrazado con capas oscuras y largas narices postizas. Como si estuvieran actuando, adoraron luego el anagrama de un dólar plantado entre los adoquines. La policía ha calificado el ambiente de “amable y lúdico”. También ha permitido que la gente pernocte en la plaza, siempre que no alteren el orden. La circulación solo se cortó en el centro urbano, junto a la estación central de ferrocarril.

En La Haya, la protesta se ha llevado a una explanada. La ciudad es la sede del Gobierno y residencia de la reina Beatriz. Así que las críticas han sido más políticas, alcanzando a la extrema derecha nacional. También se ha rechazado la política fiscal del Gobierno. “Vergüenza para la isla del tesoro holandesa”, rezaba un cartel, recordando la posibilidad de crear en el país corporaciones que no tributan. Según las encuestas, un 60% de los ciudadanos simpatiza con la protesta mundial. A pesar de su baja tasa de paro (un 4% en un país con 16 millones de habitantes), la sensación de seguridad es precaria.

En Bruselas, unos 6.000 participantes de la protesta -según la policía- se han congregado a las afueras de la Bolsa. Al grito en castellano de "A¡Culpable!", los manifestantes, muchos de ellos españoles, han arrojado zapatos contra la fachada del edificio, donde han colgado una pancarta que rezaba "La Bolsa o la vida".

Cientos de personas han desfilado esta tarde por la calles de un soleado París, partiendo desde diferentes puntos de la ciudad para confluir en la enorme Plaza del Hotel de Ville, donde se encuentra el ayuntamiento. Entre tambores y pitidos, los indignados han llegado al céntrico punto de encuentro donde han celebrado por la tarde una asamblea general con conexiones con diferentes ciudades del mundo. Por la noche estaba prevista una gran fiesta que se extenderá hasta la una de la madrugada, informa Ana Teruel.

“Indignados por un cambio mundial, democracia ya”, “Pensamos, luego molestamos” o “somos el 99%, somos los invisibles, somos los indignados” eran algunas de las consignas que lucían las pancartas de las manifestaciones, que se desarrollaron de forma pacífica y sin ningún incidente. A la espera de las primeras estimaciones de participación, los organizadores del movimiento, que en Francia no encuentra el mismo eco que en España, parecían satisfechos. “Aquí en Francia todavía hay un colchón de bienestar, por eso tarde en arrancar el movimiento”, decía Francesca, italiana, de la plataforma Knowledge Liberation Front. “Esperemos que hoy es una inflexión, el principio… del fin, porque si cae Francia, cae todo”.
Protestas en más de 80 países

Protestas como esta están previstas en más de 80 países de los cinco continentes desde Nueva Zelanda (donde se realizaron de madrugada, como en Tokio, Seúl y Sidney) hasta Alaska, en al menos 951 ciudades. "Llevo tiempo esperando esta protesta, desde 2008", explica a la agencia Reuters Daniel Schreiber, de 28 años, que trabaja en una editorial en Berlín. "Siempre me he preguntado por qué la gente no se indignaba y por qué no pasaba nada y finalmente, tres años después, está sucediendo", añade.

Dos días después de que el primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Passos Coelho, anunciara que los funcionarios y los pensionistas se quedarán sin paga extra el año que viene, los portugueses aprovecharon el movimiento global de los indignados para salir a la calle y protestar contra los recortes que, a su juicio, recaen sobre la población y no sobre quien los ha causado. Según la policía, la manifestación de Lisboa reunió a 12.000 personas. Según los organizadores, más de 25.000. Menos que en el pasado marzo, en el que se contaron 200.000, pero lo suficiente, en cualquier caso, como para certificar que el movimiento de oposición al Gobierno portugués se revitaliza, informa Antonio Jiménez Barca.

Hubo gritos contra el sistema, contra el capitalismo en general y contra los banqueros en abstracto, pero la mayoría de los asistentes eligieron blancos más concretos a los que dirigirse: el FMI, los políticos, el Gobierno y el primer ministro, entre otros. “No es nuestra deuda. No la pagaremos”, rezaban muchas de las pancartas. La manifestación acabó al pie del Parlamento portugués, con un estruendoso abucheo a la clase política, a cuyos miembros la muchedumbre llamó, entre otras cosas, mentirosos y ladrones.

En Atenas entre 3.000 y 4.000 personas se manifiestan en un ambiente hasta el momento festivo. Y en Helsinki, un millar de indignados finlandeses se han reunido en la plaza Narinkkatori de la capital para pedir el fin de la dictadura de los bancos y la complicidad de los políticos, informa Adrián Soto.

Mientras en Europa las protestas han comenzado a dispersarse, en Estados Unidos arrancan. La concentración de Nueva York se le desborda a la policía. Los concentrados cortan la calle Water St. Para que no se convierta en una concentración ilegal, los manifestantes se deben mantener en marcha en todo momento, y en la acera. La policía les presiona a moverse. Ellos permanecen frente a una sucursal de Chase, desafiantes, informa David Alandete.

En Madrid y Barcelona las marchas ya han arrancado y son multitudinarias. En Madrid las marchas comienzan a llegar al centro de la ciudad, la plaza de Cibeles está prácticamente tomada, y en Barcelona unas 10.000 personas se dirigen a la plaza de Cataluña.

Las protestas pretenden ser pacíficas, pero anoche un grupo de estudiantes entró por la fuerza en las oficinas del poderoso banco de inversión Goldman Sachs en Milán. Fueron rápidamente dispersados por la policía. Otros manifestantes lanzaron huevos contra la sede de UniCredit, el mayor banco italiano.

Según los organizadores, entre los que se encuentran diferentes vertientes del 15-M español como la plataforma Democracia Real Ya, Juventud Sin Futuro o ATTAC, el 15-0 pretende ser "un punto de inflexión" tanto para el "panorama global" como para el movimiento, que tras cinco meses de vida tiene la vista puesta precisamente en la expansión internacional de las protestas, que este último mes han cobrado fuerza en Estados Unidos bajo el lema Ocupa Wall Street.