20101121

¡Chida noticia: salió el Diccionario de Mexicanismos!




Se trata del primer trabajo que produce como corporación la Academia Mexicana de la Lengua, en donde se reflejan desde los niveles más cultos y de registros cuidados, hasta los más íntimos y coloquiales.

México.- No en todo el ámbito de habla hispana se entiende el significado de “ya las dio”, “me eché a alguien” o “estuvo chido”, como tampoco saben de “parteaguas”, pero que en México son voces y locuciones de todos los días, en donde se refleja gran parte de lo que somos.
La lengua es un signo de identidad, dice convencida la investigadora Concepción Company, por lo mismo acercarse a ella permite tener un panorama sobre lo que somos y hemos sido, si se toma en cuenta el dinamismo con el que se desarrolla el lenguaje. Bajo esa perspectiva nació el Diccionario de Mexicanismos (Siglo XXI Editores), preparado por la Academia Mexicana de la Lengua.
De acuerdo con la catedrática de la UNAM, directora del proyecto, por mexicanismo debe entenderse “el conjunto de voces, locuciones, expresiones y acepciones caracterizadoras del habla de México, que distancian la variante mexicana respecto del español peninsular, concretamente, de su variedad castellana”.
Antes de encargarse de la coordinación del Diccionario de Mexicanismos, Concepción Company tuvo la tarea de revisar los mexicanismos presentes en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), además de coordinar la parte del español de México en el Diccionario de Americanismos, presentado hace unos meses por la RAE.
“Ahí fui donde encontré cuáles eran los ejes culturales que estaban marcados como mexicanismos, pero también ausencias muy notorias del español cotidiano, coloquial, que hablamos los mexicanos todos los días, en cualquier registro sociocultural, desde el más culto —como parteaguas— hasta el más popular —como chido—. Desde luego, estaba ausente en el diccionario de la RAE el mundo de la intimidad, incluso había definiciones mal hechas, como nagual, que parecía la mascota más que el espíritu protector.”
Diccionario diferencial
Así fue como en 2007 se comenzó a trabajar en la elaboración del Diccionario de Mexicanismos, concebido como un medio para llenar un vacío de información, el cual resulta importante, porque al final la lengua es una herramienta de identidad y había que darle seguridad a la forma mexicana de usarla, sobre todo a partir de las diferencias con España u otras formas del español.
“Estoy profundamente convencida de que la lengua es una herramienta de identidad. Los mexicanos sabemos que en México se usa café, como genérico de color, y no marrón; y también sabemos que tenemos un gran gusto por evitar responsabilidades y decimos ‘hacerte que la virgen te habla’ o ‘dar el avión’”, a decir de Concepción Company.
El documento tiene características innovadoras, en especial que se trata del primer trabajo que, en 130 años de existencia, saca como corporación la Academia Mexicana de la Lengua. Además, se trata de un diccionario de lexicografía diferencial contra el español europeo, porque aquella voz o acepción que está puesta en el Diccionario de Mexicanismos es porque no se usa en España; allá, por ejemplo, se usa alquitrán, en México chapopote.
“El protagonista de ese diccionario son los hablantes del español básicamente urbano; para una primera etapa diría que un 60 por ciento de las frases y locuciones provienen del Altiplano Central de México, aunque hemos marcado algunos regionalismos, creíamos necesario cerrar bien el español urbano del altiplano, porque representa 40 por ciento de la población de la República, ya habrá una segunda etapa en la que se completen regionalismos.”
El volumen, cuenta Concepción Company, cumple con el objetivo primordial de mostrar la identidad del español de México, desde los niveles más cultos y de registros cuidados, hasta los registros más íntimos y coloquiales.
El Diccionario de Mexicanismos se presenta hoy, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con los comentarios de José Moreno de Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua; Teresa Vicencio Álvarez, directora del INBA; Fernando Nava, investigador de la UNAM; Consuelo Sáizar, Presidenta del Conaculta; Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, y la coordinadora de la obra.
México y su lengua
Las obsesiones culturales de un país se reflejan en su lengua y el español de México se mueve por el sexo, la muerte se ve de una manera cotidiana y hay una gran coincidencia entre la muerte y el sexo.
“Usted puede decir ‘me eché a Juan’ y es lo maté, pero también conseguí tener relaciones. ‘Ya las dio’, ya se murió y también es un modo de decir ‘accedió sexualmente a una petición’. Hemos recabado, por ejemplo, casi 350 denominaciones del pene, algunas con una gran creatividad, en cambio para el órgano sexual femenino no hemos llegado a 30”, dice la doctora en lingüística hispánica Concepción Company, directora del proyecto del Diccionario de Mexicanismos. Desde su perspectiva, una característica del español de México, al menos del Altiplano Central, es cómo eludimos responsabilidades: por ejemplo, ningún mexicano cuerdo va a decir “perdí el dinero”, es “se perdió el dinero”, como si el dinero caminara solo.
“Pero, además, estoy segura de que un diccionario es una herramienta educativa, primero para conocernos mejor: sociolingüísticamente es un diccionario complejo, con una marcación sociolingüística detallada para que el usuario sepa cuándo se puede usar ‘partir la madre’ y cuando no.”
Jesús Alejo • Milenio