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Una investigación llevada a cabo en Reino Unido reveló que la mayoría de los menores de entre seis y 15 años recurren al mayor buscador web antes que a sus progenitores y docentes cuando tienen una consulta
Una investigación llevada a cabo en Reino Unido reveló que la mayoría de los menores de entre seis y 15 años recurren al mayor buscador web antes que a sus progenitores y docentes cuando tienen una consulta
Un 54% de ellos señaló al buscador de Internet como el primer lugar al que se dirigen a buscar alguna respuesta. En segundo lugar quedaron los padres: el 26% de los niños dijeron que recurrían a ellos cuando tenían alguna pregunta. Y sólo el 3% afirmó que consulta a sus profesores.
Estos números bien se podrían trasladar ala Argentina. Dehecho, nueve de cada 10 búsquedas web que se hacen en el país se realizan con Google . Elena García, experta en en Tecnología y Educación, aseguró que el trabajo dispara numerosas preguntas: ¿Cómo consultan? ¿Escriben frases casi completas o seleccionan términos, restringen los rangos de búsqueda o les da lo mismo cualquier fuente?”.
García agrega: ¿Cuánto creen de la información que encuentran? ¿Comparan información o se conforman con lo primero que encuentran? ¿Priorizan la velocidad, la inmediatez o valoran la relevancia?
La investigación también reveló otra cifra preocupante: uno de cada cuatro niños no sabe lo que es una enciclopedia. De hecho, uno de cada 10 considera que es algo para cocinar, para viajar, para atrapar una pelota o para realizar una operación.
El estudio, para el que se entrevistó a 500 niños y niñas, fue realizado por el Birmingham Science City, una asociación mixta entre el Estado británico y entidades privadas que promueve la ciencia y la tecnología.
Sin embargo Pam Waddell, directora de la entidad, señaló que no es necesariamente malo que los chicos vayan primero a Google. “Esto demuestra hasta qué punto la tecnología digital es habitual para los niños de hoy, y lo cómodos que están ellos usándola”, explicó la directora de BSC.
Por su parte, Elena García tiene sus reparos. “No es bueno confundir familiaridad en el uso de tecnología con competencias en el manejo de la información. Esto es algo que debiera preocupar a los educadores y a los responsables de definir las políticas educativas”, concluyó la mujer en diálogo con el diario Clarí
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