Redacción
Lo mismo que ocurre cuando llamas a tus hijos y no responden. Eso le está ocurriendo a los ingenieros de Intelsat, la empresa propietaria del satélite de telecomunicaciones Galaxy 15, que está totalmente fuera de control.
Se trata de un hecho sin precedentes. El satélite ha sufrido un percance y aunque sus antenas repetidoras están funcionando, no responde a las órdenes que se le envían desde la Tierra, de ahí a que el satélite esté a la deriva. Es lo que se conoce como un satélite zombi o zombisat.Hasta el momento, los clientes del Galaxy 15 (G-15) no han sufrido interferencias, pero este panorama podría cambiar en las próximas semanas.
El G-15 provee de capacidad de transmisión satelital a programas de televisión por cable en América del Norte. También retransmite coordenadas de posicionamiento (GPS) a aviones durante el vuelo.
El mayor problema es para su satélite vecino, el AMC-11, que opera en la misma banda de frecuencia y podría sufrir interferencias, lo que afectaría el servicio a sus clientes.
"Se le quemó el cerebro"
Es como si al satélite geostacionario se le hubiera quemado el cerebro
Ian O'Neill, Discovery Space
Este lunes, los especialistas de Intelsat hicieron un último esfuerzo para recuperar el control del satélite, mandando emisiones de alta potencia pero sin éxito.
La empresa Orbital Sciences Corporation, a cargo de la construcción de este satélite, cree que el fallo fue provocado por una tormenta solar ocurrida a principios del mes de abril.
"Es como si al satélite geoestacionario se le hubiera quemado el cerebro", según la descripción de Ian O'Neill, del centro Discovery Space.
Como decenas de satélites de telecomunicaciones, el Galaxy 15 está en una órbita denominada geoestacionaria, a 36.000 kilómetros de altura y no hay riesgo de que caiga a la Tierra en varias decenas de años.
Estos satélites actúan como repetidores de señales de telecomunicaciones que cubren siempre un mismo territorio.
El zombisat acecha
Los expertos calculan que entrará en territorio vecino hacia el 23 de mayo, y "robará" la señal de este satélite.
Según un comunicado publicado en el sitio web de Intelsat, la empresa planea pasar todo el tráfico de información a otro satélite, el Galaxy 12, para que sus clientes no se vean afectados.
Y a medida que pase el tiempo, el satélite zombi seguirá su rumbo y entrará en las zonas asignadas a otros satélites.
El satélite zombi, de dos toneladas, transporta 24 receptores y emisores, y fue lanzado al espacio en 2005, diseñado para funcionar durante 15 años.
Las empresas espaciales siguen el tema con incertidumbre, y sólo ven el final cuando el satélite pierda su orientación correcta, sus paneles solares dejen de captar la radiación solar, se agoten sus baterías y se apague solo.
Se calcula que el apagado por agotamiento podría producirse hacia finales de julio.
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