ELMUNDO,ES
resa Guerrero | Madrid
Actualizado viernes 31/12/2010 06:09 horas
Difícilmente el año pudo comenzar de peor manera. Un devastador terremoto sacudió Haití, uno de los países más pobres del mundo, provocando unos 300.000 muertos. Poco después los chilenos sufrieron uno de los seísmos más graves registrados en la historia, al que siguieron otros graves terremotos en Turquía, China, México, Afganistán, Irán y Nueva Zelanda.
El petróleo tiñó de negro las aguas del Golfo de México durante meses, marcando un nuevo récord en el registro de los vertidos más graves. La rotura de una balsa de residuos de aluminio en octubre cubrió de barro rojo varias poblaciones húngaras y amenazó los ecosistemas del Danubio.
En verano, Rusia se convirtió en una hoguera al mismo tiempo que Pakistán se enfrentaba a las peores inundaciones en décadas.
El tráfico aéreo sufrió situaciones inéditas hasta ahora. La erupción de un volcán islandés en abril y las fuertes nevadas en Europa y EEUU en diciembre dejaron a millones de pasajeros atrapados en los aeropuertos.
Mientras tanto, las reuniones políticas celebradas para frenar la pérdida de especies -2010 ha sido el año internacional de la biodiversidad- así como la cumbre de Cancún sobre Cambio Climático en diciembre lograron escasos avances. Tras dos semanas de reuniones, los políticos que acudieron a Cancún alcanzaron un modesto acuerdo para reducir las emisiones contaminantes, haciendo muy difícil que pueda cumplirse el objetivo de intentar que la temperatura no aumente más de dos grados a finales de siglo para prevenir graves desastres naturales en el futuro.
2010 ha sido también uno de los tres años más calurosos desde que existen registros, y pone fin a la década más cálida de la historia.
Aquí va el resumen de un año rico en catástrofes ambientales en el que la naturaleza nos ha vuelto a recordar lo vulnerables que seguimos siendo ante ella.
En menos de dos minutos Puerto Príncipe quedó destrozada. Un seísmo de magnitud 7 en la escala de Richter asoló el suroeste de Haití el 12 de enero. El precario estado de los edificios, en cuya construcción no se siguen las normas antisísmicas, la pobreza y los escasos medios sanitarios contribuyeron a aumentar el escalofriante número de víctimas, que ascendió a 300.000 personas.
El 27 de febrero un fuerte seísmo de magnitud 8,8 afectó al 80% del territorio chileno. Según los geólogos, fue el quinto mayor terremoto que se ha producido en el mundo desde que se toman registros. Fallecieron más de 500 personas, muchas de ellas por el fuerte tsunami que afectó a la costa chilena tras el seísmo. Las numerosas réplicas que se produjeron durante los días siguientes a la tragedia siguieron aterrorizando a una población acostumbrada a los terremotos.
Al mes siguiente, un terremoto de magnitud 6 el este de Turquía provocó más de 50 muertos. El 14 de abril unas 3.000 personas perdían la vida en la provincia china de Quinghai como consecuencia de un terremoto de magnitud 7,1. La tierra siguió temblando y a lo largo del año se produjeron fuertes seísmos en México, Afganistán, Irán y Nueva Zelanda.
Parecía que nunca iba a dejar de brotar petróleo del pozo Macondo. La explosión del 20 de abril de una plataforma petrolífera de BP cerca de la costa de Luisiana (EEUU) mató a 11 trabajadores y provocó el mayor vertido de crudo accidental de la historia.
Finalmente, tras cinco meses de trabajos e infructuosos intentos para frenar la salida de crudo, a mediados de septiembre la compañía británica logró cerrar definitivamente el pozo del que ya habían brotado 800 millones de litros de petróleo.
El crudo mató a miles de animales y provocó pérdidas millonarias en la industria pesquera, pues se prohibió faenar en las aguas afectadas. El petróleo ya no se ve pero los científicos advierten que el daño causado a los ecosistemas persistirá durante años y temen que haya entrado en la cadena alimenticia.
La sorpresa de los viajeros cuando supieron que sus vuelos eran cancelados por culpa de la erupción de un volcán islandés de nombre impronunciable fue mayúscula. Pero así fue.
La columna de nube y ceniza del Eyjafjällajokull obligó a cerrar el espacio aéreo europeo durante varios días de abril y mayo ante el riesgo de que los motores de los aviones resultaron dañados por la ceniza. Las pérdidas por la cancelación de vueltos superaron los 4.000 millones de euros, según un informe de Oxford Economics.
Las inundaciones destrozaron parte del país y tuvieron un efecto devastador sobre las cosechas, dejando a millones de personas sin sustento. Asimismo, provocaron el aumento del número de casos de enfermedades transmisibles como diarrea, cólera o paludismo.
El fuego ocasionó pérdidas multimillonarias y afectó tambien a varias zonas en las que se guarda material radioactivo. En septiembre volvió a haber una nueva oleada de incendios en el país aunque menos grave que la de agosto. En total murieron unas 60 personas.
La primera fue la compañía británica Cairn Energy que, este verano comenzó a abrir pozos tras anunciar que había encontrado gas y petróleo en Groenlandia. Los ecologistas respondieron con varias acciones de protesta para intentar frenar los trabajos en esta zona virgen del planeta.
En octubre, la rotura de una balsa que contenía residuos de aluminio causó un vertido de lodo rojo tóxico que afectó a varias poblaciones del oeste de Hungría y puso en peligro los ecosistemas del río Danubio.
Siete personas murieron y hubo decenas de heridos. En total se vertieron un millón de metros cúbicos (equivalente a la capacidad de un gran estadio de fútbol) en un área de 40 kilómetros cuadrados.
Durante la convención de la ONU celebrada en la ciudad japonesa de Nagoya el pasado mes de octubre, los 193 países participantes se comprometieron a proteger el 17% de las áreas terrestres y el 10% de las áreas marinas de la Tierra para el año 2020.
Se aplazó la decisión sobre la prolongación del Protocolo de Kioto (firmado en 1997), que expira en 2012, y aunque no se llegó a un acuerdo jurídicamente vinculante para disminuir las emisiones de C02, se consensuó aumentar los objetivos de reducción de gases contaminantes. Los participantes se comprometieron a proporcionar 30.000 millones de dólares de financiación hasta 2012 y a intentar conseguir otros 100.000 millones a partir de 2020.
La próxima gran ocasión para avanzar en las negociaciones sobre cambio climático será durante la cumbre que Durban (Sudáfrica) acogerá en 2011.
Los meteorólogos predijeron una temporada de fuertes huracanes y así fue. 'Karl','Matthew' o 'Paula' hicieron estragos en EEUU y Centroamérica, donde provocaron numerosos daños materiales y causaron la muerte de decenas de personas.
Los haitianos despidieron el año tan mal como lo empezaron. Mientras luchaban contra una epidemia de cólera que ha acabado con la vida de miles de personas, el huracán 'Tomás', de categoría 5, cruzó el país asolando varias poblaciones.
2010 también ha sido junto con 1998 y 2005, el año más caluroso, y hay posibilidades de que consiga el primer puesto. En marzo se harán públicos los registros de temperatura oficiales de este año que ahora acaba y que puede ser el más cálido de la historia.
El petróleo tiñó de negro las aguas del Golfo de México durante meses, marcando un nuevo récord en el registro de los vertidos más graves. La rotura de una balsa de residuos de aluminio en octubre cubrió de barro rojo varias poblaciones húngaras y amenazó los ecosistemas del Danubio.
En verano, Rusia se convirtió en una hoguera al mismo tiempo que Pakistán se enfrentaba a las peores inundaciones en décadas.
El tráfico aéreo sufrió situaciones inéditas hasta ahora. La erupción de un volcán islandés en abril y las fuertes nevadas en Europa y EEUU en diciembre dejaron a millones de pasajeros atrapados en los aeropuertos.
Mientras tanto, las reuniones políticas celebradas para frenar la pérdida de especies -2010 ha sido el año internacional de la biodiversidad- así como la cumbre de Cancún sobre Cambio Climático en diciembre lograron escasos avances. Tras dos semanas de reuniones, los políticos que acudieron a Cancún alcanzaron un modesto acuerdo para reducir las emisiones contaminantes, haciendo muy difícil que pueda cumplirse el objetivo de intentar que la temperatura no aumente más de dos grados a finales de siglo para prevenir graves desastres naturales en el futuro.
2010 ha sido también uno de los tres años más calurosos desde que existen registros, y pone fin a la década más cálida de la historia.
Aquí va el resumen de un año rico en catástrofes ambientales en el que la naturaleza nos ha vuelto a recordar lo vulnerables que seguimos siendo ante ella.
Devastadores terremotos
Rescate de un niño en China. | AP
El 27 de febrero un fuerte seísmo de magnitud 8,8 afectó al 80% del territorio chileno. Según los geólogos, fue el quinto mayor terremoto que se ha producido en el mundo desde que se toman registros. Fallecieron más de 500 personas, muchas de ellas por el fuerte tsunami que afectó a la costa chilena tras el seísmo. Las numerosas réplicas que se produjeron durante los días siguientes a la tragedia siguieron aterrorizando a una población acostumbrada a los terremotos.
Al mes siguiente, un terremoto de magnitud 6 el este de Turquía provocó más de 50 muertos. El 14 de abril unas 3.000 personas perdían la vida en la provincia china de Quinghai como consecuencia de un terremoto de magnitud 7,1. La tierra siguió temblando y a lo largo del año se produjeron fuertes seísmos en México, Afganistán, Irán y Nueva Zelanda.
El petróleo destroza el Golfo de México
Tareas de limpieza del vertido.
Finalmente, tras cinco meses de trabajos e infructuosos intentos para frenar la salida de crudo, a mediados de septiembre la compañía británica logró cerrar definitivamente el pozo del que ya habían brotado 800 millones de litros de petróleo.
El crudo mató a miles de animales y provocó pérdidas millonarias en la industria pesquera, pues se prohibió faenar en las aguas afectadas. El petróleo ya no se ve pero los científicos advierten que el daño causado a los ecosistemas persistirá durante años y temen que haya entrado en la cadena alimenticia.
El volcán que aisló a los europeos
El volcán islandés estuvo en erupción durante varias semanas. | Efe.
La columna de nube y ceniza del Eyjafjällajokull obligó a cerrar el espacio aéreo europeo durante varios días de abril y mayo ante el riesgo de que los motores de los aviones resultaron dañados por la ceniza. Las pérdidas por la cancelación de vueltos superaron los 4.000 millones de euros, según un informe de Oxford Economics.
Una víctima de las inundaciones. | AFP
Inundaciones en Pakistán
Las intensas lluvias provocadas por el monzón en Pakistán comenzaron a finales de julio y afectaron a más de 20 millones de personas. Más de 1.200 paquistaníes murieron y cientos de miles de personas tuvieron que dejar sus casas.Las inundaciones destrozaron parte del país y tuvieron un efecto devastador sobre las cosechas, dejando a millones de personas sin sustento. Asimismo, provocaron el aumento del número de casos de enfermedades transmisibles como diarrea, cólera o paludismo.
Arde Rusia
2010 fue también el año en que Vladimir Putin comenzó a creer en el cambio climático. Los graves incendios forestales que convirtieron Rusia en una gran hoguera durante el mes de agosto fueron atribuidos, según el presidente ruso, al calentamiento global.El fuego ocasionó pérdidas multimillonarias y afectó tambien a varias zonas en las que se guarda material radioactivo. En septiembre volvió a haber una nueva oleada de incendios en el país aunque menos grave que la de agosto. En total murieron unas 60 personas.
A por el petróleo del Ártico
El progresivo deshielo del Océano Ártico debido al aumento de las temperaturas ha animado a las compañías petroleras y gasísticas a explotar esta inhóspita zona rica en recursos, hasta hace poco inaccesible.La primera fue la compañía británica Cairn Energy que, este verano comenzó a abrir pozos tras anunciar que había encontrado gas y petróleo en Groenlandia. Los ecologistas respondieron con varias acciones de protesta para intentar frenar los trabajos en esta zona virgen del planeta.
El lodo rojo amenaza al Danubio
Vertido en Hungría. | AP
Siete personas murieron y hubo decenas de heridos. En total se vertieron un millón de metros cúbicos (equivalente a la capacidad de un gran estadio de fútbol) en un área de 40 kilómetros cuadrados.
Cumbre de Biodiversidad en Nagoya
2010 ha sido el año internacional de la biodiversidad. La pérdida de especies se ha convertido en un grave problema del que los políticos van tomando conciencia poco a poco. Los objetivos previstos para este año no se habían cumplido y era necesario consensuar un nuevo acuerdo para la próxima década.Durante la convención de la ONU celebrada en la ciudad japonesa de Nagoya el pasado mes de octubre, los 193 países participantes se comprometieron a proteger el 17% de las áreas terrestres y el 10% de las áreas marinas de la Tierra para el año 2020.
Decepcionante acuerdo en Cancún
La cita comenzó con escasas expectativas por lo que el limitado acuerdo alcanzado tras dos semanas de reuniones -a las que, a diferencia de la Convención de Copenhague, no asistieron los principales líderes mundiales -fue recibido con cierto alivio por los ecologistas y por la comunidad internacional.Se aplazó la decisión sobre la prolongación del Protocolo de Kioto (firmado en 1997), que expira en 2012, y aunque no se llegó a un acuerdo jurídicamente vinculante para disminuir las emisiones de C02, se consensuó aumentar los objetivos de reducción de gases contaminantes. Los participantes se comprometieron a proporcionar 30.000 millones de dólares de financiación hasta 2012 y a intentar conseguir otros 100.000 millones a partir de 2020.
La próxima gran ocasión para avanzar en las negociaciones sobre cambio climático será durante la cumbre que Durban (Sudáfrica) acogerá en 2011.
Huracanes destructivos
Calles inundadas en Haití tras el paso del huracán 'Tomás'. | AFP
Los haitianos despidieron el año tan mal como lo empezaron. Mientras luchaban contra una epidemia de cólera que ha acabado con la vida de miles de personas, el huracán 'Tomás', de categoría 5, cruzó el país asolando varias poblaciones.
Récord de temperaturas
La última década ha sido la más cálida de la historia desde que se toman registros, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La temperatura media ha sido 0,46º superior a la del promedio de 1961-1990, y 0,03 grados mayor a la de la década 2000-2009.2010 también ha sido junto con 1998 y 2005, el año más caluroso, y hay posibilidades de que consiga el primer puesto. En marzo se harán públicos los registros de temperatura oficiales de este año que ahora acaba y que puede ser el más cálido de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario